Los responsables de las Cofradías de Semana Santa de nuestro pueblo me piden que, como es tradicional, os escriba unas líneas para iluminar el sentido de estas celebraciones que con tanto entusiasmo
preparáis. Con mucho gusto acepto esta invitación.
En la Semana Santa recordamos los hechos más decisivos de la vida de un hombre,
Jesús de
Nazaret a quien el Padre Dios le ha constituido en "El Señor de la Historia". A los ojos de sus
contemporáneos, Jesús, fue
un fracaso total. La gente sencilla le siguió con admiración, pero a la hora de la verdad, pidió a
Pilatos que lo matara.
A Jesús lo mataron por ser un haciendo los hombre bueno y cabal; porque en su lengua no había mentiras ni odio en su corazón, porque quería la igualdad de todos, porque atacaba
duramente a los hipócritas y a los pobres y oprimidos, porque se cargó una religión basada en la ley y en el culto que decía que el amor al
prójimo es la ley suprema.
Precisamente por ser bueno, por tener un corazón
rebosante de bondad, de honradez, y de "justicia-para-todos", los poderosos lo vigilan, le encarcelan, le asesinan.
Ir detrás de la imagen de Jesús Nazareno, significa acompañar a "un hombre peligroso y
subversivo" "que amotinaba al pueblo" (ver
evangelio de
Lucas, 23,2)
Acompañar a la Virgen de lo Dolores -tan popular en nuestra Villa- significa: Acompañar a una mujer del pueblo que llora porque a su hijo lo van a matar por envidia, por estar de parte de la verdad total y de la justicia completa.
Esto es lo que recordamos y tenemos que vivir en la Semana Santa: el proceso y asesinato del primer mártir de la justicia.
Para muchos hombres este Jesús ha sido un hombre más de tantos otros como han sido matados por defender la igualdad y la fraternidad universal; para los cristianos Jesús sigue vivo, Jesús es el Señor, el Padre Dios lo ha resucitado. Esto es, le ha dado a su hijo su gran "SÍ". "Apruebo tu modo de vida, apruebo la lucha que has llevado, estoy totalmente de acuerdo contigo y, precisamente por ello, aunque tu muerte ha sido un fracaso rotundo, yo la convierto en la victoria más extraordinaria e la historia." (ver carta filipenses,2 5-11)
El recuerdo de Jesús tiene que llevarnos a vivir como él vivió, a luchar por lo que él luchó y si es preciso a morir como él murió. De lo contrario la Semana Santa será "un bonito teatro" o "una fiesta más", pero con el
peligroso agravante de que ese "teatro" lo hacemos utilizando y profanando la vida y muerte del Señor.
Hermanos Cofrades: Que el Señor os llene de coraje y e imaginación para que
vayáis renovando el sentido de vuestra Semana Santa. No os
contentéis con hacer reformas, Jesús no fue un reformista, luchad por la transformación de vuestras Cofradías. Es preciso meter el bisturí, zanjar las desviaciones, aunque nos duela.
Contad todos, desde ahora, con la modesta colaboración de vuestro cura.
............................................
HAY RECUERDOS QUE SON OLVIDOS:
SI RECORDAMOS LO HIZO JESÚS
¿POR QUÉ OLVIDAMOS LO QUE TENEMOS QUE HACER?
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::